MAGNO

Estuve a un beso de distancia, de amarte sin pausa, mas una lágrima , puso distancia infinita, una distancia , donde se escucha el susurro de tus latidos, pero tan lejana , como para no sentirte; Estuve a un beso de distancia, ahora tan solo me quedó  sabor vacío, sabor a mujer ausente... 

En cada caricia que deslumbró mis amaneceres, se llevaron consigo parte de mi calidez; En cada mirada, casi hipnóticas, me desgarró el paraíso; Desde  tus susurros, emergieron los silencios; Con cada amanecer, fue pereciendo la complicidad nocturna, de amantes desencontrados; Solo un adiós bastó para tomarme la mano ...de tu eterna ausencia...

Se deshace una lágrima en la cornisa de tus mejillas, no se si es tardía, ni por quien rueda al abismo, tal vez la derrama la ausencia; Un susurro se libera del cadalso de tu boca, esa boca que en otros tiempos se aventuraba a naufragar en el océano de mis besos, un susurro que describe un olvido; Mis recuerdos yacen en mi memoria, embriagándose de nostalgias, en compañía del silencio, ...y de tu soledad

Devoro sin mas los besos que oculta tu sonrisa, embriagándome de trigales dorados que se reflejan en tus ojos; Tu piel de aromas entre maderas del pasado, y azares del futuro, impregna mis caricias, que avanzan a un tiempo sin retorno; Cada latido en tu pecho, vibra en el mio, dándole vida a mis sueños, y en el tornado de amantes, en un lecho colmado de calidez, sello la muda esperanza, con palabras escritas en la mirada; Devoro sin mas los besos que oculta tu sonrisa, ...y desnudan mi boca

Otoños límpidos con aromas a brisa fresca, y tierra húmeda con maderos; Con sonidos crujientes, de senderos tapizados con alfombras ocres, con algún destellos rojizo; Un cielo embriagado de pompas grises, que bañan la mirada de una eterna nostalgia, nostalgia que emerge de Abril; Otoños límpidos, ...como tu alma, otoños prisioneros, ...como mi sentir

Retribuyo esos besos, devorándome tus labios, ciego la mirada , con caricias en el entalle, detengo ese corazón, entregando el mio...

La distancia de las promesas, emula nuestro amor, La ausencia de las caricias, nos hace extrañar de maneras terriblemente distintas, Los susurros imaginados, reviven la ilusión, adormece los olvidos, para reavivar los recuerdos , esos instaurados en la piel; El anhelo del contacto, nos agiganta el temor, ese que nos acecha cuando nuestros labios sedientos extrañan fundirse en la pasión; La lejanía aumenta su espesor, ...tanto como las promesas, ...de amar...