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Ese beso...tu beso

Aquel beso que abrazó la distancia, quemo mi pecho, hizo un eco eterno en el regazo de mis labios, y mi corazón se cinceló con el recuerdo de su tibieza...

Un café...

Mi café humeante dibuja tus recuerdos, desvaneciéndose en el aire pero dejando el aroma de tu presencia infinita; La ausencia evoca al eco de tus latidos...en mi pecho, mis labios surcan memorias táctiles tornando tus besos pasados en un presente pasional, y tus caricias...tus caricias ...en mi piel, aquella que se mudó al silencio...en soledad...

Si te amo...

No te amo por este presente furtivo, ni tan siquiera por un futuro infinito tomado de tu mano; te amo por un pasado eterno...

Cuantos si...para no...

Cuantos versos se necesitaran para nombrarte, cuantas letras conjugaran tu verbo, cuantos besos desnudaran tu temor, cuantas caricias mudaran tu piel al vuelo, cuantos abrazos necesitaré ...para que no te marches

El reflejo de tu mirada

Se reescribe el recuerdo en el reflejo de tu mirada, su peculiar brillo esgrime el deseo de repetir, los parpados inmutables denotan la atención, esa que no supe ver, y la daga sigilosa de sal recorre tu rostro, abriendo una herida ...en mi pecho...

Paciencia

Tu boca emancipa los besos de mis labios, para vestir tu sonrisa con la piel del alfarero, aquel que con sus caricias persigue el contorno de tu figura, moldeando la pasión a su antojo; El tiempo y el silencio perfecciona el contacto, desvaneciendo los olvidos ...y la distancia

Un dia...mi madre

fuiste abrigo en la soledad de mis inviernos, me acogiste con tu sombra en la desértica desazón, tu regazo meció mis sueños, y acarició las mas inverosímiles ilusiones, tu mirada apaciguada y la paciencia infinita, desvanecieron mi ira de momentos y desalentaron mi rendición, en tiempos de tristeza tus manos dieron fuerzas a las mías, y en días de alegría se tornaron en ríos imprecisos de abrazos desbocados, un día... solo ese día tus lágrimas empañaron mis ojos, y tu sonrisa... se apoderó de un eterno adiós...