MAGNO

Uno que se divide en infinitos, y se desploma en el universo de tu vientre; Tus venus conjugan el verbo del desliz de tus manos, que vuelan en cielos de recuerdos inmersos en piel, esos que no vivieron aún; Tus pensamientos arraigados en tu pecho, emigran a lo mas hondo de tu alma, y brotan en lagrimas, para desvanecerse, en el submundo de una almohada confidente de ausencias

un pétalo de tu vientre, deshoja el perfume de la rosa, en la hermeticidad del silencio de tus labios sobre mis besos...

La pena de mis labios recorre tus recuerdos, en tu piel imprimo versos que transitan en vuelo intrépido el espacio volátil de las ilusiones; Las palabras  palidecen en tu rostro rodando en caída estrepitosa sobre las mejillas, regando la flor que esgrime el sentir de tu pecho, donde vibra en silencio el latir de mis susurros; La pena de mis labios recorren tus recuerdos, mientras los tuyos... navegan olvidos ajenos...

como pétalos de una flor mustia tus lagrimas se desprenden una a una, la pena se mece en mi pecho marchito , que socava tu silencio, ese que deambula en la soledad de un "te quiero"...

tus ojos han expuesto la timidez de mi mirada, sin embargo tu rostro esta en mi memoria, el recuerdo lo recorre a diario; El roce de la nostalgia aviva mi piel rememorando tus suaves caricias, ella desde los poros se niega al olvido, el eco de tu voz recorre mis murmullos, que en el silencio aturden la ausencia; Mis labios alados recorren el cielo de tus besos de un atardecer pasado; hoy ,entorno mis párpados y concilio con el sueño, esa ilusión de llegar al ocaso a tu lado...

el alma se inquieta con el murmurar de la vertiente, la piel siente placidez al suave roce de la brisa, mis parpados se entrecierran al sentir tus labios robándome un beso, y regalándome la eternidad...

mi pasado deambula en tu piel presagiando tu futuro, en un casi extinto presente, ese que sobrevive con la nostalgia de un latido, que supo colorear sueños de impacientes ilusiones; Ese interminable interrogante se agiganta, con cada amanecer y se sufre en cada atardecer, tratando de ocultarse en el mas infinito silencio, con los sentidos alertas, por si sientes mis pasos acercarse a tu puerta, sin embargo ellos no llegan, se adormecieron en el abismo de tu soledad encanecida, y mi espera ausente...