Ocaso de un padre...
De manos resecas por el tiempo, esas que no saben dejar pendiente labor alguna , de mirada firme, pero desgastada de tanto amanecer que se fundió con los atardeceres, que con lomo quebrado sin descanso, acompañó a la serenidad de la noche; La cabellera rala y encanecida, de tantas vivencias, y tantas lunas en soledad, peino penas, y en cada una, aminoraba la sombra, y blanqueaba el pensar; El latido aún fuerte, pero lento, aminorando el paso, ese que de largo, te deja exhausto y con aliento corto, una marcha ineludible, que va encorvando las ganas, y tornando grises los mil sueños de juventud, donde la esperanza es una palabra, y la ilusión un dibujo en una hoja amarillenta; De manos resecas por el tiempo, con la costumbre de una caricia a la pasada, acompañada de un susurro, "acá estamos m´ijo", con la paz y calidez que solo el tiene, frase que me prensa el pecho!!, y enjuaga la mirada, esa frase que ruego...sea eterna, tan...