Amandote...
Un racimo de besos cubre tu piel, sin invadir el perfume de la misma, que me embriaga junto a la dulce suavidad que palpan mis caricias, desnudo tu alma desde el vientre mismo, tan solo con la mirada, y abrigo tus labios, con el deseo de mi boca profana; Mi pecho late tan intenso, como tus suspiros, que entrecortados dejan emerger gemidos de impaciencia, esa que abraza con fuerza, tanta que nos mimetizamos hasta ser tan solo uno; Las miradas desencontradas, se cruzan una y otra vez, como queriendo perderse en el torbellino de la pasión; Un racimo de besos cubre tu piel, como una sombra de esperanzas, la que nos da cada amanecer, sabiendo que le precede nuestro atardecer...