Entre un despertar ...y tu lecho
Despunta el alba, embriagando mis labios de un cálido carmín; y tu boca inquieta desnuda los besos , hurtados al letargo; Las caricias, acompañan los primeros vestigios del amanecer, mudando la piel al mas puro sentir, ese que emerge de la simpleza de una mirada adolescente, o de un susurro noctambulo; El sendero que me guía, desde la tibieza de sabanas cómplices, al aroma de un café en espera de los silenciosos y casi despabilados pasos , un sendero casi infinito, ese "casi" que queda anclado en el final de tu espalda, seduciendo sonrisas, esas que nos llevan de regreso al lecho, donde nuestros cuerpos vuelven a la vida, y al café se le extingue el poder...