El futuro inmediato que nos prometimos se torna indeclinablemente en una ilusión, en sueños de besos desvanecidos, y caricias ausentes, a una piel palpitante y ruborizada de una promesa hecha al pie del reflejo de un amor infinito, esa que se evaporó de una boca que aún se desvela con la suavidad del primer beso; Un futuro inmediato que surcó el abismo de tu mirada y el deseo del paraíso, instalándose un instante gélido en la calidez de tus pupilas, embriagando el alma , con un adiós eterno... Un futuro inmediato que transita anhelos incomprendidos y mudas esperanzas; Un futuro inmediato que recorre las caricias en el desolado vacío, tratando de sorprender a la lejanía, llenando el pecho de aires impregnados de indiferencia y besos letargados; Un futuro inmediato, donde lo recorrimos como uno solo, de manos entrelazadas, tan inmediato como el atardecer, tan inmediato como el silencio , tan inmediato como un abrazo , tan inmediato como el adiós...