Un tenue brillo con aroma a café, ilumina el amanecer, con aroma de caricias serenas , se descubren los deseos de un infinito letargo, ese que se cobijó en cartas amarillas, en la ceniza , de una cabellera que algún día pintaba azabache; Una mirada como antaño fue, encendió la pasión que creía extinta ; Y ahí te descubrí , con una camisa, que no te pertenecía y yo conocía, un par de medias cambiadas, una taza humeante en una de tus manos, mientras la otra se extendía , para rozar mi mejilla, observándome con aquel cariño que pensaba que no existía; un tenue brillo con aroma a café, y con sabor ...a amor...
7- En el decline de tus pestañas se abanica la mirada suave( Resalto que es esto citado admirable)
ResponderEliminarNecesito un tiempo de descanso; no me gusta el camino con piedras y sigue habíendo una. Cuidate mucho Horacio y hasta pronto si Dios quiere.
Con el recuerdo delicioso y la ilusión escribiste este hermoso poema.
ResponderEliminarBesos