Miradas...
la tarde gime
en olas de viento,
en una melodía desesperada
con notas de sal,
la daga del atardecer
se hunde en el horizonte,
sangrando un reflejo purpura
sobre la ansiosa noche,
que silenciosa y cauta
cubre los misterios de los amantes,
en olas de viento,
en una melodía desesperada
con notas de sal,
la daga del atardecer
se hunde en el horizonte,
sangrando un reflejo purpura
sobre la ansiosa noche,
que silenciosa y cauta
cubre los misterios de los amantes,
en un delicado baño de plata
y con destellos de esperanza
en el manto nocturno...
y con destellos de esperanza
en el manto nocturno...
Es la esperanza la que necesita la noche.
ResponderEliminarsiempre alicia...siempre
Eliminarun beso