El reflejo de tu mirada
esgrime el deseo de repetir,
los parpados inmutables
denotan la atención,
esa que no supe ver,
y la daga sigilosa de sal
recorre tu rostro,
abriendo una herida
...en mi pecho...
los parpados inmutables
denotan la atención,
esa que no supe ver,
y la daga sigilosa de sal
recorre tu rostro,
abriendo una herida
...en mi pecho...
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