sin llegar...
que tienen esos ojos
duros como el diamante
con un eterno reflejo
vírgenes de lágrimas
su pecho como
rama seca
con el interior vacío
sin huellas del tiempo
que marco surcos
alguna vez
un torrente de esperanzas
postergadas por el dolor
de un amor perdido
un par de brazos
sufridos de tanto abrazar
a la ilusión
manos secas
tratando de beber
ese roció de madrugadas
encanecidas de infinitas esperas
sufro al verte desconsolada
y no poder acariciar
tu alma...en pena
duros como el diamante
con un eterno reflejo
vírgenes de lágrimas
su pecho como
rama seca
con el interior vacío
sin huellas del tiempo
que marco surcos
alguna vez
un torrente de esperanzas
postergadas por el dolor
de un amor perdido
un par de brazos
sufridos de tanto abrazar
a la ilusión
manos secas
tratando de beber
ese roció de madrugadas
encanecidas de infinitas esperas
sufro al verte desconsolada
y no poder acariciar
tu alma...en pena
Muy buena inspiración Carna, acariciar un alma en pena diría que es casi imposible... de no ser el mismo causante de esa pena. Un abrazo
ResponderEliminarLAMENTABLEMENTE ES CASI ASI,DUELE
ResponderEliminarGRACIAS IRENE,UN BESO
La vida nos endurece porque si no fuera así, sucumbiríamos al primer embate de un oleaje.
ResponderEliminarDuele... mucho!... pero hay que respirar hondo, levantar la cabeza y seguir el camino sin titubear peserverando en la lucha sin fin contra nuestros instintos que flaquean .
Me encanta leerte, Horació.
Eres un placer.
maria:me gustan tus visitas,y tus comentarios.
ResponderEliminarel amor apasionado siempre duele,pero es un dolor que se lleva con gusto
un beso,y el placer es mio,de tener de lectora a una poetisa como tu